Silencio

Tunisia

Oscureciendo, la luz se va apagando, despidiendo un día más, un día menos. Inmensidad abrumadora de un océano que permanece en silencio. Sientes su movimiento, pequeños momentos de lucidez. El cielo se une al mar, acariciando un horizonte que se torna ya infinito. No quedan destellos, se acaba, contemplas el dulce bailar de nubes figuradas que se funden, miradas grises, azules, doradas y ocultas tras el cristal.

Bienvenida

Riga

Brilla a través de los árboles, desnudos, despojados de sus ramas en su dulce camino para renacer. Brotarán con más fuerza, en la siguiente estación, hasta cubrirse totalmente en su verdor intenso y resplandecer.

Nieve que permaneces impasible, abrazada por un frío intenso, helador. Corriente de agua que fluye lenta, a su ritmo, sin esperar su destino, todavía desconocido.

Paseos interminables, observando, una y otra vez, callejones, rincones...autenticidad del momento... único, abrázalo con fuerza, no volverá, tan sólo tú puedes volver, pero será simplemente en otro momento, bajo otra luz, otro prisma y otra estación en la que el sol vuelva a brillar.