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Place de la Concorde |
La elegiste, sin saber por qué, te llamó poderosamente la atención y te gustó. Quizás encumbrar la tour Eiffel, su aire misterioso, su dominio espacial, acercándose tímidamente a la Place de la Concorde, sin apenas transeúntes que oculten su magnificencia. Disfrutas de su arquitectura, su luz, es medio día y el gris predomina en su totalidad. Harás cambios, jugarás con sus formas y colores, pero mantendrás el equilibrio y el encanto de su iluminación.