No estabas, regresé y no estabas. La habitación permaneció vacía, ausente, sin tu presencia, sin el calor de tu esencia. Palabras, sólo son palabras. El hecho, no estabas. Apoyo desde el pensamiento, desde la mente, simplemente no estabas.
Te olvidaste de sentir, de vivir. Te apagaste, te olvidaste. Dejaste de creer en tu fuerza, tu espíritu. Te olvidaste. Letargo de días, semanas, años, se quedaron sin vida, se apagaron. Te olvidaste una vez más, no diste sentido a tu vida, te apagaste.