19 de octubre de 2014

Caminando

Tallinn street
Caminamos dormidos, da igual la hora del día, despacio o deprisa, acelerando o desacelerando, quizás forzados por fuerzas ajenas que incorporamos a nuestro trayecto. Entonces algo cambia, algo sucede que te vuelve más consciente. Calles vacías, sin transeúntes, nada se oye, solo sientes tus pasos sobre la nieve que cruje, todavía helada. Te adueñas del momento, no sientes el frío, sigues caminando, pensando sin pensar. Pasos que recordarán el momento único, vivo en tu pensamiento.

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