Las nubes oscurecen el cielo, se cubre, protege y apenas articula palabras. Oscuridad y claridad, opuestos que se abrazan y separan a la vez que intentan explorar su nuevo camino.
El verano se resiste, llueve sin parar. Intermitentes tormentas de un verano que no ha llegado. Solo dos semanas y el calor se apoderará de cada esquina, el asfalto arderá y el olor a hierba mojada será solo un recuerdo.
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